La agilidad en el aprendizaje implica adaptar los métodos y hábitos de aprendizaje en momentos de incertidumbre.
En pocas palabras, alguien con agilidad de aprendizaje no tendrá problemas ni miedos cuando adquiera nuevas skills a través de métodos desconocidos ni cuando se enfrente a una fecha límite apremiante. Como práctica recomendada, el contenido educativo breve y relevante funciona mejor a la hora de ayudar a los empleados a mantenerse informados mientras trabajan.
La agilidad de aprendizaje va de la mano del aprendizaje «just-in-time». Las personas o empresas pueden usar esta estrategia para preparar sus materiales de formación para cuando surja una nueva necesidad.
La agilidad de aprendizaje no debe confundirse con el aprendizaje ágil.